CURANDEROS Y BRUJOS
La brujería en todos lados
es una palabra que empaña el arte de curar, adivinar y profetizar que algunos
ejercitan sin saber en muchos casos como han llegado a desarrollar tanto
conocimiento, cuando el arte de utilizar las plantas o minerales para aliviar
ha pasado de padres a hijos.
El curanderismo es una vieja
ocupación en todos los pueblos.
Hay muchos casos en que una
persona de edad avanzada, solitaria, por su aspecto sombrío y tal vez la
fealdad con que ha ido sumiéndola el tiempo, es confundida con una bruja o
brujo y han sido lapidadas por un grupo de ignorantes fanáticos que justifican
en nombre de dios la muerte de un semejante, solo por el hecho de poseer
facultades o habilidades que otros no tienen ni poseen la capacidad de
comprender ya que son de mente muy reducida y menos de aceptar el bien y el mal
se confunden y se funden casi en percibirse en este mundo mágico de la brujería
y la hechicería la cual tiene dos campos donde se atrincheran, la magia blanca
para lo positivo y la magia negra para lo negativo, lo inferior.
El brujo pocas veces llamado
mago se va al bando que su conciencia le dicta y a veces lo que su inconsciencia
lo impele a hacer. Respetado y temido a la vez el brujo o curandero o el brujo moderno llamado parapsicólogo,
es rodeado de un halito de misterio y su figura se distingue de los demás y es
observada con curiosidad y temor, aunque cuando la enfermedad o el mal llega,
el paciente sumisamente y ya sin miedo se pone en manos de brujo-curandero-parapsicólogo-hierbatero
o como le quiera llamar.
El curandero conocedor del
miedo y la esperanza manipula habitualmente la fe de su enfermo, se mete en su
conciencia, le da la pócima real o ficticia que le motive y con serenidad le
dice; hermano esto lo va a curar y ante la magia de estas palabras impregnada
de poder y energía, el milagro se gesta y se hace realidad.
Las curaciones en que el
curandero usa con cierto conocimiento de las propiedades curativas de materia
vegetal, animal, mineral, hace que entonces la fe pase a un plano no tan decisivo,
actuando las consecuencias en el dolorido organismo, el cual se cura.
El curandero llega a tal
grado que cura solo con la voz y las manos al sobar, tocar, golpear o haciendo
un pase magnético sobre la parte afectada y eso ante el paciente lleno de
fe, es milagro y es brujería, sin intuir
este que el milagro esta dentro de el atravez de su fe y que es él y solo él
quien hace posible que ello se realice.
El curandero va curando
cosas que han ido lastimados el cuerpo y otras que han ido enfermando la mente
y como su ignorancia no les hace distinguir la una de la otra y una atribuye a
males del cuerpo y otros males del alma o magia negra para dañar al individuo
tanto a nivel físico como espiritualmente individualmente. El solo hecho de
decirle al paciente, tú estas embrujado, lo llevara por caminos de miedo, de fantasía,
de rencor e incertidumbre, viaja por hipótesis llena de pensamientos tenebrosos
y al curandero lo sumirá en un plano fantasioso y poderoso. Curar el alma es un
arte más complejo que curar el cuerpo, pues el cuerpo depende del alma, pues
hay que sondear el pozo sin fondo del sub-consiente humano para con malicia y
tacto llegar al fondo y matar las alimañas astrales que perturban y molestan su
yo interior. Pero aquí viene la interrogante ¿acaso el brujo- curandero- parapsicólogo
o rezandero manipula con acierto el YO
intimo del paciente?